lunes, 27 de febrero de 2012


                    ENIGMAS CELTAS



Desde tiempos anteriores a Cristo, culturas antiguas disponían de un amplio conocimiento sobre el esoterismo y la vida después de la muerte. ¿Qué conocimientos tenían los celtas? ¿Realmente tenían contactos con el más allá? ¿Concedían realmente druidas y hechiceras poderes secretos para el combate y por ese motivo sus victorias eran imponentes a pesar de ser inferiores en número?




          Los celtas y el mundo de los muertos.


El señor de los muertos tenía como nombre dios "Donn" ante el cual todos los hombres y mujeres acuden a rendir tributo al final de su existencia. "Donn", dios ascentral, habita en una oscura y profunda cueva bajo el cuidado de nueve doncellas las cuales mediante sus soplidos crean el fuego de su inmensa caldera mágica. El reino de "Donn" se extendía desde esas profundas cuevas hasta las tumbas del exterior.
Para ellos, la muerte era un viaje hacia otra esfera de existencia, y relataban que las fuentes de conocimiento proceden del "otro mundo", la tierra de los muertos albergaba la sabiduría y conocimiento de los vivos. Según un autor clásico, relataba como las almas de los muertos atormentaban con frecuencia a los pescadores de Bretaña, para pedirles a estos que les llevasen a la isla de "Donn", para acortar su viaje hacia lo que para ellos sería "la luz". Se negaban, puesto que si un mortal cruzaba ese umbral antes de su hora, al salir envejecería de golpe, y moriría en deshonor.







Enterramientos:



Igual que otros pueblos, los celtas creían que era necesario proveer al muerto con bienes sepulcrales—utensilios, ornamentos, armas— que debía emplear en la vida futura. En las tumbas se realizaron incluso sacrificios humanos, pues el muerto debía seguir poseyendo sus esclavos, mujeres e hijos, una vez muerto. Todo esto prueba que los celtas, como muchas otras razas, creían firmemente en una existencia después de la muerte.





           El  conocimiento del Más Allá.

El otro mundo para ellos era una dimensión sobrenatural en la que el tiempo y leyes cotidianas no tienen valor. En esa dimensión se encontraba el reino de los muertos, el reino de los dioses, las legendarias islas occidentales el reino de las hadas y el reino submarino.

Existe un cierto parecido a lo que diversas teorías actuales intentar explicar la existencia de una dimensión en la que existen energías fuera de nuestro entender, de la que se manifiestan las psicofonías y otros fenómenos como el espiritismo. Realmente ellos tenían constancia de esa existencia dimensional. ¿Podrían acaso tener razón o disponer de medios de transcomunicación de aquel entonces que desconocemos actualmente mediante métodos rudimentarios?,
Siguiendo con las costumbres celtas, si un hombre era capaz de volver de esa peligrosa dimensión, se le concederían poderes sobrenaturales e incluso armas u objetos mágicas o sabiduría'-en el caso de los druidas y hechiceras. La forma de acceder a ese mundo sería descrita como una puerta de niebla o la entrada de una cueva misteriosa e incluso la superficie del océano. Los celtas ante su tremendo respeto a los animales mantenían la creencia de que muchos de ellos poseían poderes sobrenaturales y un intenso sentido espiritual, que muchos  de ellos podían ir y volver de forma libre "al otro lado".
El cerdo, el oso, los perros, caballos eran animales preferentes en su cultura 
esotérica.



Otras puertas las denominarían como "sídh", las viejas tumbas del paisaje celta, de las que a veces saldrían hadas para raptar a los hombres para llevarlos al otro mundo, donde serían torturados horriblemente.
Los druidas celtas en un momento del año, se reunían en determinados puntos los cuales formaban un punto de energía especial que conectaba con el cosmos y las puertas a todos los mundos exteriores. Entonces serían capaces de alcanzar conocimientos profundos sobre el cosmos. Los lugares donde se cruzaban las dimensiones "al otro mundo" poseían determinadas características como cascadas, pozos, serían una especie de barreras, siendo estas más vulnerables en determinados momentos del año.
¿Existían realmente esas puertas?, y de poder ser así, ¿Qué poder o conocimiento poseían en aquel entonces para cruzarlas? Esos misterios probablemente jamás serán resueltos. Tal vez exista alguna relación con esas “puertas dimensionales”, y los celtas les daban esa explicación relacionándolo con puertas a otros mundos.
Los celtas creían en los ángeles, los cuales eran "serafines" y habitaban en el País de los serafines.




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